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Teatro Terapeutico Gestáltico

Querida gente:
Con mucha alegría nos comunicamos con cada uno para anunciarles nuestro próximo Intensivo de Teatro Terapeutico Gestaltico (TTG).
“La iniciación: Muerte y Renacimiento»
Ticum Olam: “La reparación del Mundo”
El bautismo es, en esencia, un rito iniciático; la ordenación en el sacerdocio incluye una iniciación.
La originalidad del hombre moderno, su novedad en comparación con las sociedades tradicionales, radica precisamente en su determinación a considerarse a sí mismo como un ser puramente histórico, en su deseo de vivir en un cosmos básicamente desacralizado. Hasta qué extremo puede el hombre moderno triunfar al llevar a cabo su ideal es otro problema.
El hombre de las sociedades tradicionales llega a conocer y a asumir esta imagen a través del rito iniciático o de paso.
El término iniciación, en el sentido más amplio, denota un cuerpo de ritos y enseñanzas orales cuyo propósito es producir una alteración decisiva en la situación religiosa y social de la persona iniciada. En términos filosóficos, la iniciación es el equivalente a un cambio básico en la condición existencial; el novicio emerge de su dura experiencia dotado con un ser totalmente diferente del que poseía antes de su iniciación; se ha convertido en otro. Entre las diversas categorías de iniciación, la de la pubertad es particularmente importante para poder comprender al hombre premoderno. Esos «ritos de paso»‘ son obligatorios para todos los jóvenes de la tribu.
Para ganarse el derecho a ser admitido entre los adultos, el adolescente deberá pasar a través de una serie de ordalías iniciáticas. Gracias a esos ritos, y a las revelaciones que comportan, será reconocido como un miembro responsable de la sociedad. La iniciación introduce al candidato en la comunidad humana y en un mundo de valores espirituales y culturales. No sólo aprende las pautas de conducta, las técnicas y las instituciones de los adultos, sino que también tiene acceso a los mitos y tradiciones sagradas de la tribu, a los nombres y la historia de sus obras.
El mundo es la obra de los seres sobrenaturales, una obra divina y por tanto sagrada en su misma estructura. El hombre vive en un universo que no sólo es de origen sobrenatural, sino que también lo es en sus formas, a veces incluso en su sustancia.
Esta «historia sagrada» -mitología- es ejemplar, paradigmática. esta historia debe ser cuidadosamente preservada y transmitida intacta a las generaciones venideras.
Nada expresa mejor la idea de un final, de la consumación de todo, que la muerte, como nada expresa mejor la idea de creación, de hacer, construir, erigir, que la cosmogonía. El mito cosmogónico sirve como paradigma, como modelo ejemplar, para todo tipo de elaboración. Nada asegura más el éxito de cualquier creación (una aldea, una casa, un hijo) que el hecho de copiarlo siguiendo el modelo de la mayor de todas las creaciones, la cosmogonía. Y eso no es todo. Como a los ojos de los primitivos, la cosmogonía representaba sobre todo la manifestación del poder creativo de los dioses, y por tanto una prodigiosa irrupción de lo sagrado, se reitera de forma periódica a fin de regenerar el mundo y la sociedad humana. Porque la repetición simbólica de la creación implica una reactualización del suceso primigenio, y por consiguiente, de la presencia de los dioses y sus energías creativas. El regreso al comienzo encuentra su expresión en una reactivación de las fuerzas sagradas que se manifestaron en la primera ocasión. Si se restaura el mundo al estado en que se encontraba en el momento en que nació, y si son reproducidos los gestos realizados por primera vez por los dioses al principio, la sociedad y todo el cosmos se convierten en lo que fueron: puros, poderosos, eficaces, y con todas las posibilidades intactas.
Cada repetición ritual de la cosmogonía viene precedida por una regresión simbólica al caos. A fin de ser creado de nuevo, el viejo mundo debe ser primero aniquilado.
Los diversos ritos llevados a cabo en relación con el Año Nuevo pueden clasificarse en dos categorías principales:
1) los que significan un regreso al caos (por ejemplo, apagar hogueras, expulsar el»mal» y los pecados, la inversión del comportamiento habitual, las orgías, el retorno de los muertos);
2) los que simbolizan la cosmogonía (por ejemplo, alumbrar nuevas hogueras, la marcha de los muertos, la repetición de los actos utilizados por los dioses para crear el mundo, la predicción solemne del tiempo para el año venidero). En el escenario de los ritos iniciáticos, la «muerte» corresponde al regreso temporal al caos. Es la expresión paradigmática del final de un modo de ser: el modo de la ignorancia y la irresponsabilidad infantil. La muerte iniciática proporciona una página en blanco sobre la que escribir las sucesivas revelaciones cuyo fin es la formación de un hombre nuevo.
Todos los ritos de renacimiento o resurrección, y los símbolos que implican, indican que el novicio ha alcanzado otro modo de existencia, inaccesible para quienes no han pasado por los calvarios inciáticos, para los que no han probado la muerte.
La muerte iniciática es indispensable para el inicio de la vida espiritual. Su función debe entenderse en relación a lo que prepara: el nacimiento a un modo de ser más elevado. Como veremos más adelante, la muerte iniciática suele aparecer simbolizada, por ejemplo, por la oscuridad, por la noche cósmica, por la matriz telúrica, la cabana, el vientre de un monstruo.
Todas esas imágenes expresan regresión a un estado preformal, a un modo de ser latente (complementario respecto al caso precosmogónico), en lugar de una total aniquilización (en el sentido en que, por ejemplo, un miembro de las sociedades modernas concibe la muerte).
En términos modernos podríamos decir que la iniciación pone punto y final al hombre natural e introduce al novicio en la cultura. Pero para las sociedades arcaicas, la cultura no es un producto humano, pues su origen es sobrenatural. Y eso no es todo. Es a través de la cultura como el hombre restablece contacto con el mundo de los dioses y otros seres sobrenaturales y participa en sus energías creativas.
Los mitos nos llevan a un mundo que no podemos describir únicamente como «narrado», porque consiste en la historia de actos realizados libremente, de decisiones imprevistas, de transformaciones fabulosas, y de otras cosas por el estilo. Es, en pocas palabras, la historia de todo lo significativo que ha sucedido desde la creación del mundo, de todos los acontecimientos que han contribuido a hacer del hombre lo que es en la actualidad.
Un Intensivo de teatro Terapeutico gestaltico sugiere dos términos; por un lado la investigación y por otro la experimentación. En un contexto grupal favorecemos que estos términos devengan en acciones dirigidas al autoconocimiento. Investigamos acerca de quiénes somos, cuantos personajes nos habitan.
Este Intensivo fundamentalmente, implica un pasaje de un afuera a un adentro. De hablar acerca de las cosas, a ser las cosas. Un pasaje de los roles y patrones repetitivos hacia lugares menos conocidos. Eso es, un pasaje de lo conocido a lo menos conocido.
Será un Teatro de Todos, con Todos y para todos. No se requiere experiencia previa, solo poseer un espíritu Inquieto.
Horarios: Sabado 24 y Domingo 25 de Agosto 2024 de 10 a 20 hs.
Escenarioinvisible@gmail.com
Esperamos contar con vos, o si ya has tenido la experiencia, le hagas llegar esta información a quien te parezca pueda estar interesado